viernes, 24 de octubre de 2008

Varsovia 2008

Pues sí, por fin fuimos a la capital polaca. Esta vez se nos unieron Rocío y Sara, que junto a Noelia decidieron ir en coche mientras que el resto íbamos con nuestra querida PKP.


Esther, la exiliada, nos fue a recoger a la estación central para llevarnos a su chocita en una zona bastante nueva y residencial de Varsovia. Así que nos montamos en el mentro, casi atravesamos toda la ciudad con la única línea de metro que hay, y allí nos encontramos a las conductoras.Ya era tarde, así cada uno a su hogar ( 3 en casa de Esther y otras 3 en un hostal) que al día siguiente había que "pasarse" por turista.


Pequeñito el regalito ruso,¿eh?



El punto de encuentro el sábado fue el palacio de cultura. Uno de los edificios más altos de Varsovia y que fue un regalo de los soviéticos y al que la mayoría de los polacos no aprecian nada. En caso es que subimos a la terraza para tener una vista panorámica de la ciudad pero el grisáceo día hizo que desluciera la vista. Aunque ahí fue donde nos encontramos ya a españoles ( tres santanderinos que estaban de turismo y un grupo de jovenes del Liceo Francés de Madrid).

Una vez abajo, nos dirijimos al casco viejo. Vimos a Copérnico, que junto con Adam Mickiewicz y Josef Poniatowski, ya son como de la familia, porque nos los encontramos allí donde vamos (Esther siento plagiarte la frase).
Fuimos visitando las iglesias ( incluida la de las Carmelitas que fue uno de los pocos edificios que quedó en pie tras la II GM), entramos en la universidad (hasta vimos dar clase a un profesor con sus cuatro pizarras), pasamos por el Palacion Real,...Hacía frío pero no nos importaba aunque alguna para entrar en calor decidió hacer unos pasos de hip-hop en el Rynek de la ciudad vieja junto a unos chavales que había allí.


La sirena Sawa que de donde viene el nombre de la ciudad,(y el pescador Wars) según la leyenda


Comimos en un restaurante que preparaba comida judía y que a algunas más que a otras, no nos entusiasmó tanto. Con energías nuevas y alegrando un poco el día con nuestros cánticos,fuimos a ver la catedral, la barbacana, la ciudad nueva donde no nos olvidamos de fotografiarnos con la legendaria sirena. Desde ahí, previo paso por el museo de Marie Curie (que nació aquí) pasamos a ver el gran monumento a la insurreción de Varsovia en el 44. Ya puestas, nos fuimos a los jardines Sajones a ver el monumento en recuerdo al soldado desconocido. Nos encontramos unos Erasmus cordobeses que estaban también de visita y hablamos para salir por la noche.

Como ya había oscurecido decidimos tomar un té/chocolate para entrar en calor. Y claro, pues ya puestas eludimos las recomendaciones de la embajada española y nos fuimos a las 20.30 al barrio de Praga. Parece ser que es un poco peligroso pero las ganas de ver algun edificio de viviendas que aún estaba en pie después de que hubieran arrasado la ciudad en la guerra nos pudo. Y es que es allí donde Polanski grabó parte de su famosa película "El pianista".

El monumento representa a los soldados en defensa de las barricadas y a otro grupo entrando en las cloacas



Nos parecían pocas cosas así que una vez en casa ayudamos a Nuria a poner en marcha su" carta de presentación"(nuriaruano.blogspot.com) para un voluntariado europeo y que será una manera de visitarle en Metz. Así nos dieron casi las 3 de la madrugada...Nada de fiesta pero nos acostamos tarde.


Estábamos muertas el domingo, pero sacamos fuerzas para ver lo poco que nos quedaba de la ciudad. Ese día tocó la ruta real ( por las residencias reales que hay en su trayecto) hasta llegar al parque Lazienki donde entre otras tantas cosas se encuentra el monumento a Chopin. Ya estaba visto todo así que nos tomamos el día del Señor con relajación y nos dedicamos a caminar tranquilamente por los jardines y a tomar instantáneas con ese paisaje tan otoñal.



Esto es lo que pasas si gritas "Spanish meeting point" a la hora del cambio de guardia en el monumento en conmemoración al soldado desconocido



Antes de tomar el tren de vuelta a casa, comimos típica comida polaca (pierogi) y algunas nos atrevimos con hígado de pollo (cuando lo pedimos desconociamos lo que era pero nos arriesgamos y a alguna le salió mal la jugada).Con un pequeño rife-rafe con la camarera porque estaba mal hechas las cuentas y nos había tratando con poco respeto, acabó la visita.

La compra de unas postalillas y de El País, fue lo último que hicimos en Varsovia, lugar que no es evidentemente idéntico a lo que fue antes del alzamiento de 1944 pero que es patrimonio de la UNESCO como "ejemplo de reconstrucción casi total de una secuencia histórica".


¿Encontraremos la inspiración en la naturaleza como le ocurrió a Chopin?




Dejamos la capital, que aunque no sea tan bonita como otras ciudades del país, no tiene por que dejarse de lado. Mucha historia tiene: el pacto de Varsovia, el Ghetto judío, su desaparición del mapa por la II GM,...
-----------------------------------

Siento el retraso y sé que estáis ahí todos esperando anhelantes mis noticias desde estas tierras pero lo compensaré con otra entrada en un par de días.

domingo, 12 de octubre de 2008

A la rica bebida española

En la última entrada del blog comenté que nos fuimos a tomar algo el domingo. Pues Tomás, nuestro hombre, decidió tomarse un vinito tinto español. Eso sabía a rayos así que decidió pedir coca-cola para conseguir una mezcla un poco más agradable al paladar y al estómago. Después fueron los hielos porque sino no había quien se tomara ese calimocho. Aún así, engañó un poco al cuerpo y se lo pudo beber, pero las caras que ponía eran un poema.

Las estudiantes de polaco, Nuria, Noemí y yo, quedamos como cada lunes con nuestro profesor de inglés para que nos enseñe polaco y nosotras a él, español. El caso es que trajo a un amigo y fuimos a un bar llamado Salvador. Esta vez nos tocaba pagar a alguna de nosotras, así que sorprendidas al ver en la carta " Sangría, calimocho, tinto de verano,..." decidimos probar lo primero como muestra de nuestra tierra. Pero evidentemente eso no era la auténtica sangría,de hecho, le echaron una bebida alcohólica que no supimos saber a lo que equivalía en España.


Tomás haciendo calimocho en Polonia



Lorenzo se ha portado bien y esta semana tampoco nos ha abandonado, así que con temperaturas máximas que rondaban los 18 ºC hemos pasado la semana con una sonrisa en la cara.

En el almacén alguno de los trabajadores mayores ya me ofrecen hasta chocolate caliente por mañanas aunque les diga que no les entiendo porque no hablo polaco, pero aún así ellos han tenido ese detalle. Un poco harta de cronometrar tiempos de un producto que no hacen con tanta frecuencia como el primero, así es como he terminado cada jornada laboral de esta soleada semana. Así que mientras me pongo música y yo tan feliz, creo que los del almacén van a pensar que estoy loca cuando me ven balbucear palabras en otro idioma.

Con la noticia de que el Depor jugaría un partido de la UEFA contra el Poznan, ciudad en la que estuvimos hace dos semanas, Ruth y yo nos animamos a verlo en vivo. Sólo hay que encontrar la manera de comprar las entradas. Pero nuestro gozo en un pozo al decirnos la Junta que nuestro vuelo de vuelta se había cancelado y que nos lo adelantaban un día. Por lo que es imposible que el 4 de diciembre estemos en el estadio del Lech de Poznan y el dia 5 muy temprano estemos volando hacia nuestras casas. Así que nos conformaremos con verlo por la tele, probablemente con mi compi de curro, que me comentó de ir a verlo en un bar.

El viernes salimos a tomar algo aunque nos volvimos pronto a casa ya que ayer,sábado, cuatro intrépidas y "deportistas" nos animamos a ir a Sobotka, un pueblo a 35 km. al sureste de Wroclaw para subir una monte.


¡Qué divertido fue el viaje en bus!


Para empezar el viaje en bus no tuvo desperdicio. Imaginaos, autobús de línea antiguo, de esto tipo "Cuéntame...", con una apaño de alambre en la parte trasera, vendiendo los billetes en el mismo autobus sin tener en cuenta a la gente que los habíamos comprado en la taquilla. Todas los asientos ocupados, y seguía entrando más gente así que les tocaba ir de pie a lo largo del pasillo hasta llegar a las escaleras de las puertas de entrada/salida. Como dice Nuria, sólo faltaba la gallina ahí dentro. ¡Fue muy gracioso!



Los 45 min. del viaje sentadas, ¡ qué afortunadas!

Llegamos al pueblo y una chica polaca nos habla en español, que ella estudiaba filología hispánica y tal, preguntándonos que hacíamos por Polonia,... No hay viaje al que vayamos, por muy remoto pueblo que sea en el que no aparezca un polaco que hable español, curioso, ¿eh? Bueno, más bien, es para que tengamos cuidado con las cosas que decimos en un país en el que en teoría nadie nos entiende.

Conseguimos localizar las marcas de la ruta hacia el monte Sleza. A eso de las 2 de la tarde, puntuales para comer, coronamos la cima que se alza a 718 m. sobre el nivel del mar. En contraste con el bonito día que disfrutábamos, nos encontramos allí arriba a un montón de domingueros que le quitaron el encanto al lugar. Hay que decir, que tampoco tiene nada de otro mundo el sitio:la mítica cruz, una iglesia, el mirador, un pequeño bar-cafetería y.... el repetidor de telecomunicaciones.¡Una maravilla de la naturaleza!



Inicio de la "ascensión" al monte Sleza donde también hay toros de piedra como en Guisando


Tras el descanso y la fotos de rigor, en hora y cuarto bajamos de nuevo al pueblo, teniendo cierto cuidado porque los resbalones nos podían pasar factura a cualquiera.



Fácil, ¿no?



La vuelta en bus no iba a ser menos interesante que la ida. Hacemos cola en el supuesto bus que iba a Wroclaw y que debería salir a las 6 de la tarde pero ya ha pasado más de un cuarto de hora y el conductor no aparece. Y de repente, llega otro bus con gente, parecido al de la mañana y en el que teníamos que entrar todos. Esta vez como no teníamos el billete nos tocó pagarlo ahí como la mayoría. Pero claro, eso implicó que nuestras piernas no descansaran durante el viaje. Así que de pie ( conseguimos hasta adoptar una postura que nos permitiera cerrar un poco los ojos) y sufriendo un pequeño atasco a la entrada de la ciudad , por fin llegamos de nuestro periplo montañero. Los dolores de espalda y las agujetas aparecerán en los próximos días.


Nos faltó la bandera de España al coronar la cima

Hoy, en honor a nuestra patria y a la Virgen de El Pilar, comeremos todos juntos unas patatas con carne. Cualquier excusa es buena, y para culminarlo nos acercaremos a un centro comercial y merendaremos un heladito.Quién lo diría, a 12 de octubre y comiendo un helado en Polonia.Es lo que tiene el cambio climátco y que está semana nos hayan dado el dinero de la manutención para lo que nos queda en tierras del este europeo. 1735 zlotys en un sobre, ¡parecía que era nuestro primer sueldo!

domingo, 5 de octubre de 2008

El otoño ya llegó

Vuelta al curro después de la semanita de descanso y del viaje por tierras de Copérnico. La verdad, es que no hay nada a destacar entre semana. Seguimos con las clasecillas de polaco aunque ya sepamos las horas, los colores,...es imposible recordar todos los nombres y pronunciarlos lo mejor posible. Pero hacemos todo lo que está en nuestras manos.

Los virus de mis compis llegaron al ático, y Ruth y yo ya estamos con el moquillo fuera todo el día pero mientras no vaya a peor, no hay problema.


Con el castillo de Ksiaz de fondo

La semana en casa ha dado un bizcocho y un tarta de queso, parece que esto se empieza a calentar y estamos en una disputa paa ver quien es el mejor repostero. Aunque de momento los platos no han variado mucho ya que hemos tenido por ahora tres bizcochos y una tarta.

En el curro pues como siempre, acabando mis tareas, a ratos un pelín aburrida y a otros un pelín estresada, por llamarlo así, en mi pelea con el excel.

El viernes nos juntamos todos en una plaza cercana al Rynek donde habían puesto esta semana un mercadillo de artesanía, comida,...Así que cargamos con ambar, libros, bisutería, una taza que a la media hora se me cayó y quedo inservible (¡qué buena inversión!),...Después pasamos por la estación de tren para que estos chicos cogieran lo billetes para Berlín para noviembre, y a casa a descansar que éstabamos muertos.


Entrada al castillo



Ayer madrugamos (para algunos más que para otros como yo que ya estamos más que acostumbrados) para irnos a un pueblo cercano a Wroclaw donde está el tercer castillo más grande de Polonia. Una caminata de media hora por el bosque hasta llegar a este edificio. Por fuera era muy chulo, sobre todo con el colorido otoñal que lo rodeaba. Pero por dentro dejaba bastante que desear, ni punto de comparación con nuestro alcázar de Segovia, por ejemplo.El caso es que finalmente el día salió bueno y lo disfrutamos en el monte, que también hay cultura más allá de las ciudades. Además conocimos a un alemán-polaco que vivió once años en Canarias, ¡vaya mezcla!


Una bonita vista desde el mirador que tanto nos costó encontrar

Para acabar el día, preparamos una cena común muy española con jamón serrano, chorizo de Guijuelo, salchichón casero, ensaladita,...¡Teníamos que reponer todo lo que habíamos quemado!

Hoy empezamos el día con un chocolatito caliente, y depués de las tareas domésticas seguro que nos animamos a tomar algo en el centro por la tarde.

Como véis, no nos lo montamos nada mal en estas frías tierras del Este.