jueves, 20 de noviembre de 2008

Curiosidades polacas

Tras una semanita hasta arriba de curro (leáse irónicamente) he sacado un hueco en mi agenda para escribir esta entrada con las curiosidades polacas que hemos encontrado en estas tierras. Lo que me faltan son imagenes para corroborarlo pero ya llegarán. De momento os tendréis que conformar con otras fotos.


En el tema alimentario hay que decir aunque la mayoría bebe agua con gas como en muchas partes de Europa, lo que no falta ni un día en la comida es una sopita y como guarnición del segundo plato, las patatas. Normalmente suele ser puré pero puede que un día te den la sorpresa y haya patatas fritas o asadas.
Claro, lo de las sopas es entendible por el frío pero entonces, ¿por qué comen helados en pleno invierno? En nuestro caso las heladería estarían cerradas por esta época pero aquí no paran el todo el año.
Para entrar en calor ya toman la bebida alcohólica por excelencia en este país, el vodka. Si sales de fiesta olvídate de decirle a la camarera o camarero de turno, que te ponga un poco más o un poco menos. Aquí, como en Inglaterra, la medida de alcohol en una copa esta regido por el “taponcillo” (single) que usan para echarlo. Además lo más normal, sin contar lo de tomarlo a palo seco, es echar zumo o Sprite. Pero eso si, nada de hielos. Os podéis imaginar como sabe eso.



Unas alubias blancas y morcilla de León para sentirnos como en casa.Ese fue el menú del domingo pasado.



Pero la comida da para mucho más. Con la humedad que hay aquí el pan polaco no dura más de 4 días sin que le aparezca algo de moho. Y en los supermercados puedes encontrar Cherry Coke y Mirinda aunque aquí lo que se bebe es Coca Cola, por lo menos en algo nos parecemos. En cambio las Pringles no tiene éxito en el mercado polaco porque son adictos a las Lay’s.
Lo más sorprendente de todo ha sido que aunque haya una gran variedad de salchichas en este país, la mayoría llevan un plástico muy fino y a veces imperceptible. Y claro, si tú te vas a hacer unas salchichitas, y no sabes nada, pues ya sea en el microondas o en la sartén, tu cena ya tendrá un condimento añadido, si es que consigues que se te hagan.

Cambiamos de ámbito y nos vamos al tráfico.
Como en nuestra querida España de los 70, donde el coche de moda era el SEAT 600, aquí lo que existe es el Fiat 125. Nosotros le llamamos cariñosamente “Fiat polski”. Parece mentira que quepa más de una persona en ese mini auto. Lo gracioso es que les hay hasta ¡tuneados!
A eso de las 22 u 23h la gran parte de los semáforos de las ciudades se ponen en ámbar intermitente, y es cuando empieza el lema de “sálvese quien pueda”. En los principales cruces da miedo pasar. Si eres peatón, por el riesgo que corres ya que nunca sabes si los coches tendrán piedad de tí o no. Si eres conductor no tienes ni idea si aparecerá algún flipado a toda caña por alguna otra calle, quien cede el paso a quien, y además tener en cuenta a los tranvías. ¡Un lío!
Una vez que has sobrevivido a la ley del más fuerte toca aparcar. Según nos han contado antes la gente no tenía coches y claro, ahora lo que hay son muchos coches pero no sitios para aparcar. La solución: aparcar en sus amplias aceras. Pero no se puede aparcar de cualquier manera, o en línea o en batería como en nuestro país. Aquí tienes que hacerlo según mande el dibujo de la señal. Y la verdad es que hay unas cuantas y a cada cual más impresionante.



Esta señal indica como tienes que aparcar, en este caso en la acera. Pero hay otras muy interesantes.



Después de todo, habrás podido llegar al centro comercial de cada distrito que hay junto a la iglesia, beber agua con una rodajita de limón (aunque sea mineral) y darte cuenta de la cantidad de chicas jóvenes que son madres.


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Por cierto, os dejo el enlace al vídeo clip que ha hecho Nuria,una de mis compañeras, para el concurso de Coldplay.Lo que veréis será nuestra casa, a mi compi Ruth y las vistas de la ciudad.¡Necesitamos muchas visitas para que gane!


Y aunque en ese no salga, en otro montaje que hizo me podréis ver.

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