Pues sí, el jueves pasado cumplimos un mes desde que aterrizamos en el aeroperto de Wroclaw.
Se nos ha pasado a todos volando entre clases, viajes y el comienzo del curro, casi no tenemos findes para ir a los sitios que queremos visitar.¡Queremos más!
Con un cartel del festival Wrastilavia cantans que habrá en Wroclaw
La semanita ha transcurrido con total normalidad, yo midiendo tiempos en el almacén de la fábrica todo el día. Los trabajadores han preguntado que quién era esa chica que andaba por ahí todo el rato observando y hasta cuando me iba a quedar. Lo malo que en el curro están hablando en polaco, evidentemente, y no es lo mismo que si fuera un idioma que entendiera ya que las bromas y los comentarios que hacen en momentos de descanso hacen que mi jefe piense que estoy triste. Pero no es así, por supuesto. Ahora les enseño palabras en español de vez en cuando y después nos echamos unas risas cuando las comentan en el comedor al resto de empleados.
A parte, Pawel ( como no otro más en estas tierras), el compi de mi departamento más joven, me enseña expresiones y gramatica polaca y yo lo mismo en castellano.
Hay bastantes gnomos repartidos por la ciudad como parte de una leyenda, pero éstos no son los auténticos.
El jueves tuvimos nuestra primera clase particular de inglés en casa con el profesor que tuvimos en el curso inicial, que para variar se llama Pawel. ( Nosotros ya les añadimos el "Pawel the first" o el ordinal que sea para enterarnos de quien hablamos). Estuvo bastante bien porque hace mucho hincapié en la pronunciación que es lo que nos falla a los españoles por lo general. Y hemos quedado tres de nosotras con él todos los lunes para que nos enseñe frases útiles en polaco y de paso el aprende español que también quiere. La verdad es que con tanto idioma no vamos hablar ninguno en condiciones.
Con unos Erasmus españoles salimos de fiesta el viernes, estuvimos en su residencia , un piso de 16 plantas que no piensas que va a ser un colegio mayor, y después en otra zona diferente de bares a la del centro. Y el sábado quedamos con mi compi Pawel para que nos enseñara algo de la fiesta aquí.
Una noche de fiesta con 90% música en polaco
Y poco a poco nos mimetizamos con los polacos, conocemos sus costumbres y algunos de sus lugares preferidos.
Otra semana comienza y esperemos que termine con un viaje a Poznan y viendo a Esther, la exiliada que tenemos en la capital.
1 comentario:
Creo que exiliada es el mejor adjetivo que me puedes poner...vaya dos semanitas.
Pero pienso darlo todo este fin de semana!! Poznan...así que nos vemos en Poznan...qué buena noticia de martes.
XOXO
Publicar un comentario